Aprendiendo a estar sola...sin sentirme sola.



 

Durante mucho tiempo la palabra "sola" me pesaba. Me asustaba. Pensaba que estar sola era estar vacía, sin rumbo, con ese silencio que se te mete dentro y no te deja respirar.Pero con el tiempo, poco a poco, empecé a descubrir que estar sola también podía ser bonito. Que podía ser un espacio para mí, para escucharme, para sanar.




 Empecé a darme cuenta de que no necesito estar rodeada de gente para sentirme  acompañada. Que mi propia compañía puede ser suficiente.  Que una tarde tranquila, una canción que me emocioné o una caminata sin prisa también pueden llenarme el alma.

No ha sido fácil, ni rápido, pero estoy aprendiendo a estar conmigo misma sin sentirme sola. Y en ese camino, me voy conociendo, me voy entendiendo...y a veces, hasta me abrazó.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Fin de ciclo. Desde aquí todo es posible.

Bienvenidos a Mi refugio interior